Publicado el 31/05/2021
La Arquitectura Técnica es la profesión con más de cinco siglos de historia, ya que recoge en ella las funciones de los antiguamente denominados “Aparejadores”, cuya presencia activa en las obras de edificación está ampliamente documentada desde el siglo XVI, e incluso hay referencias anteriores.
Los profesionales de la Arquitectura Técnica son los profesionales expertos en edificación. Se encargan de que los edificios se comporten como deben desde su concepción hasta la demolición. Conocen todo el proceso edificatorio, lo que les permite coordinar sus fases y aplicar de manera independiente los controles que garanticen su calidad, seguridad y sostenibilidad. Este conocimiento integral del ciclo de vida del edificio es su seña de identidad diferenciadora.
Para ser profesional de la Arquitectura Técnica en España hay que estudiar un título universitario de Grado (cuatro años) que habilite para ello. Por las características de su formación técnica y generalista, los Arquitectos Técnicos poseen una gran versatilidad, que les permite adaptarse a las circunstancias cambiantes del mercado de trabajo.
Los arquitectos técnicos pueden ejercer como Project managers, gestionar económicamente construcciones, control de calidad, peritaciones, valoraciones, coordinación de seguridad y salud, informes e inspecciones, fabricación de materiales, evaluación de la sostenibilidad y eficiencia energética, jefes de obra, rehabilitación y adecuación de locales comerciales, técnicos municipales, etc.
Además, la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) que establece la intervención obligatoria del Arquitecto Técnico como “Director de Ejecución de la Obra” en todas aquellas obras en las que el Director de obra sea Arquitecto. Además, el tratamiento que la LOE otorga a la concurrencia de dos direcciones técnicas diferenciadas e independientes parte de la asunción de su plena justificación técnica, determinando por tanto, la inexistencia de relación subalterna alguna entre los facultativos intervinientes en la obra, cada uno de los cuales tiene sus propias y excluyentes -aún cuando evidentemente relacionadas- funciones, capacidades y responsabilidades.